por Arnaldo Pérez Guerra
Andrónico
Luksic Craig, el “faraón” de Chile, es quien controla el grupo Luksic.
Según la revista Forbes, Iris Fontbona -viuda de Andrónico Luksic
Abaroa-, ocupa el puesto 74 entre los más ricos del mundo con US$15.400
millones, invertidos principalmente en la gran minería del cobre a
través de Antofagasta Minerals. Controlan, además, Quiñenco, CCU, Banco
de Chile, Madeco, Sudamericana de Vapores, entre otros negocios que
incluyen la señal de televisión Canal 13.
Luksic
ha sido “donante” estrella en las campañas de la Concertación, Nueva
Mayoría, Alianza por Chile, y Chile Vamos. Y apuesta a ganador:
financiando desde la UDI al PPD… hasta donde se conoce.
Tras
la insurrección popular que irrumpió el 18 de octubre, Luksic ha
pronunciado sus opiniones sobre la contingencia a través de twitter,
haciendo anuncios y “presionando” al gobierno a dar una “solución” a las
demandas de los millones de manifestantes. Pero ¿qué hay de cierto en
sus dichos? El empresario anunció que subiría el sueldo mínimo a 500 mil
pesos, a partir de 2020, para sus trabajadores del grupo Quiñenco.
Sin
embargo, un informe de Fundación Sol señala que Luksic es quien más
fondos recibe desde las cuestionadas AFP para expandir sus millonarios
negocios. Son las AFP las que alimentan y engordan a Andrónico Luksic
Craig. Y es el sistema alabado y sacralizado por el oficialismo y la
oposición el que le ha permitido ser uno de los millonarios de primera
línea.
“¡¿Cómo
se enfrenta de una vez por todas la violencia si tenemos a Carabineros
de manos atadas, sin herramientas ni la fuerza necesaria para
combatirla?! Seguimos con eufemismos y largas declaraciones sobre lo
urgente que es la paz, y la clase política no quiere pagar los costos”,
dijo Luksic por twitter, para luego, “darle el visto bueno” al
deslegitimado Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución. “El
Acuerdo Constitucional es importante para la estabilidad y futuro de
Chile”, agregó. Pero si Luksic lo aprueba y promueve, ¿será en verdad
beneficioso para el pueblo? Todo indica que no.
Luksic
tuvo que desmentir un audio que se viralizó por redes sociales, en el
que una voz -que se le atribuyó- expresaba con vehemencia su molestia
por el actuar “permisivo” de militares y policías, exigiendo al gobierno
“mano dura” tras los primeros días del Estado de Emergencia dictado por
Sebastián Piñera. Falso o no, quedan las dudas sobre lo que realmente
piensan los “dueños” y, sobretodo, el “faraón” de Chile.
Aún
se recuerda que solo un día después que Michelle Bachelet Jeria fuera
elegida presidenta, Andrónico Luksic le otorgó un millonario crédito -a
través del Banco de Chile- a la nuera de la mandataria, Natalia Carolina
Compagnon Soto. El escándalo explotó en el llamado caso Caval. Pero
Luksic ha empleado a Nicolás Eyzaguirre, René Cortázar, Máximo Pacheco,
Aurora Williams, Jaime Estévez, entre muchos, muchos otros…
Se
sabe que Luksic pagó US$2 millones a Vladimiro Montesinos, el mafioso
de la dictadura de Alberto Fujimori en Perú. A pesar que se solicitó su
extradición y años de cárcel por “tráfico de influencias”, la justicia
peruana extrañamente prescribió en 2006 el llamado caso Lucchetti. El
faraón se salvó, aunque su prestigio cayó, al igual que cuando apareció
en los cables filtrados por Wikileaks.
Otro
escándalo. Cuando se supo que pagó entre 2007 y 2014, a Jorge Insunza,
quien fuera presidente de la Comisión de Minería en el Congreso chileno,
período en el que votó en contra del proyecto que habría puesto fin a
las “aguas del minero”. Luego, siendo Secretario General de la
Presidencia, Insunza debió renunciar tras destaparse la olla.
La
actual ministra de Medioambiente, Carolina Schmidt, que en 2014 fue
parte del directorio del holding Enersis -hoy Enel-, y que iba a
encabezar la cumbre sobre cambio climático COP25 en Chile, cuando fue
gerente de Revista Capital, también era empleada de los Luksic. Luksic
ha ampliado su presencia en la economía chilena y, simultáneamente,
extendido su participación a otras latitudes.
La lucha de Mauro
La
comunidad maurina, en la comuna de Los Vilos -en el norte de Chile-,
inició desde hace más de un año una lucha contra Minera Los Pelambres
por “tierra, justicia y dignidad”. Fueron despojados y engañados el año
2001, expulsados de su territorio por el faraón a un éxodo que continúa.
Donde se ubicaba el fundo El Mauro, hoy se emplaza el segundo tranque
de relaves más grande del mundo, de propiedad de Antofagasta Minerals, y
un consorcio de empresas japonesas: Mitsubishi Corp, Nippon Mining
& Metals, Mitsubishi Materials y Marubeni.
Mauro
era un asentamiento campesino, una comunidad, donde vivían unas 200
personas de la ganadería, la agricultura, y el queso de cabra. Allí
nacían las aguas que vertían al estero de Pupío.
Denuncian que les
arrebataron sus tierras en una “negociación fraudulenta”, con abusos y
triquiñuelas, porque el fundo “no se podría negociar ni vender, pues los
terrenos estaban en litigio”, dice Cristian Flores Tapia, vocero de la
Asamblea Territorial El Mauro. “La minera ‘compró’ a quien litigaba en
nuestra contra, y se alió con el gobierno. Ricardo Lagos fue el
presidente que nos mató”, añade. Hoy viven desperdigados en Caimanes,
Las Cañas, Rincón, Socavón, El Tambo, Punta Nueva, Tahuinco, Camisas,
Los Vilos, y un largo etcétera.
Pelambres, que “ni siquiera paga un royalty como corresponde”, obtiene ganancias del orden de US$20 y 30 millones diarios.
En
Mauro simplemente arrasaron con más de 70 hectáreas de bosques
milenarios. Hace unos meses, la minera ofreció por desistirse de
cualquier reclamo ulterior 30 millones de pesos a cada familia. Pero los
maurinos quieren su tierra, volver a producir. “Un nuevo Mauro” que
restituya todo lo que les arrebataron. El fundo poseía 17.000 hectáreas
con agua asegurada, vertientes y veranadas. Las familias están
dispuestas a luchar “hasta la muerte, si es necesario”, afirman. Y
apuntan que tanto Lagos, Bachelet y Piñera, “han sido títeres de
Luksic”.
El
tranque El Mauro solo ha significado despojo, sequía, contaminación, y
destrucción. El bosque nativo “de miles de años”: canelos, chequenes,
arrayanes y quillayes, fue “quemado y arrasado por Pelambres”,
denuncian. El tranque tiene un muro de contención de 2.000 metros de
ancho por 300 metros de altura. ¿Cómo fue posible que se aprobara
construirlo en la región más sísmica del planeta? La respuesta es:
dinero, corrupción y poder.
La
Corte Suprema falló en julio de 2013 que el tranque de relaves
constituye una “amenaza a la integridad física y psíquica”. “Muchas
cosas huelen a podrido en Chile y donde hay mal olor está Luksic, ¿será
coincidencia?”, se pregunta Patricio Bustamante, astroarqueólogo y
defensor de Caimanes, pueblo ubicado a pocos kilómetros del tranque, y
en peligro constante de ser arrasado por el relave.
Ricardo
Lagos, que autorizó personalmente su construcción, después de dejar su
mandato fue enviado a la ONU como Delegado especial en temas
ambientales… y pasó a ser socio de Luksic en Nature Conservancy,
exclusivo club de multimillonarios…
“Pelambres
no cumple con el fallo que la obligó a devolver ‘el libre escurrimiento
de las aguas del estero de Pupío’. En 2006 la Corte de Apelaciones de
Santiago ordenó demoler el tranque, pero la minera pagó US$24 millones a
Víctor Ugarte, al abogado Dougnac y a un grupo de vecinos de Caimanes y
evitó su demolición. En 2014 la Corte Suprema declaró el tranque ‘un
peligro para la vida humana’, y la minera compró votos a 28 millones de
pesos por familia para que se desistieran de juicios y permitieran su
ampliación. En 2015, ordenó a la minera devolver el agua del estero a su
curso, aunque para ello tuviera que demoler el tranque. Pero Pelambres
‘devuelve el agua’ con tres pequeñas mangueras que ni agua tienen, una
burla”, dice Cristian Flores. Y es que Luksic paga campañas, impone
autoridades, coopta el poder y compra fallos y hasta a las víctimas.
Una bomba de tiempo
Los
maurinos denuncian que el tranque no está correctamente sellado y se
puede arruinar, como lo ha señalado el propio tribunal. Si se derrumba,
Caimanes y sus habitantes desaparecerán en pocos minutos. El tranque El
Mauro es el mayor tranque de relaves de residuos mineros de
Latinoamérica. Pelambres es una de las mayores reservas mundiales de
cobre y la 9ª compañía más grande del mundo. Por su parte, Antofagasta
Minerals es la 27ª minera más grande del mundo.
Gracias
al tranque, el valle está contaminado con mercurio, arsénico, cadmio,
manganeso, plomo y otros tóxicos. Son más de 170.000 toneladas solo de
relaves.
“Ricardo
Lagos fue quien dio luz verde al tranque, haciendo que todos los
operadores políticos, intendentes y gobernadores se alinearan días antes
que se aprobara. Viajó a Tongoy para decirles que había que aprobar ‘sí
o sí’ el proyecto, y votaron 17 a favor y solamente uno en contra. No
fue aprobado técnicamente, sino que fue políticamente gestionado. Y
amenaza la vida de todo el valle. Luksic ha contaminado además en Alto
Maipo, Antofagasta y otras comunidades y pueblos. Además de despojarnos
de nuestras tierras significó la excavación irregular de más de 148
sitios arqueológicos, la remoción de más de 2.000 petroglifos diaguitas,
incaicos y molles de más de siete mil años. Fue la mayor intervención
patrimonial en la historia moderna de Chile”, dice Cristian Flores.
Antofagasta
Minerals usa la Bolsa de Londres, cosechando beneficios para sus
accionistas lejos del escrutinio de las comunidades. Ali Sargent, de
London Mining Network, señala: “Es una colosal bomba de tiempo, con
serios problemas relacionados con la contaminación del agua, su
suministro y el riesgo de colapso provocado por sismos”.
Pelambres
-a 45 kilómetros de Caimanes y 3.600 metros sobre el nivel del mar,
extrae cobre y molibdeno, y se le considera la 5ª mina de cobre más
grande del mundo. En 2008 estimó reservas por 1.900 millones de
toneladas. Su producción se exporta como “concentrado a granel”, y es
transportada a través de 120 kilómetros de conducto subterráneo hasta
Punta Chungo, donde se encuentra el muelle mecanizado de Luksic.
“La
empresa ha redirigido las principales fuentes de agua para su propio
uso. El depósito está ubicado sobre la capa freática de Caimanes, único
recurso comunitario de agua potable. Residuos generados por la empresa
la contaminan, inutilizándola para consumo humano, agricultura y
ganado”, asevera London Mining Network.
Corrupción y contaminación
Pelambres
posee una larga lista de conflictos con las comunidades del Choapa
debido al impacto ambiental y social, incluyendo la destrucción de
territorio. Severa crisis hídrica causada por las mineras de Luksic, que
operan con agua dulce en la parte superior de la cuenca, impidiendo el
acceso al agua a las comunidades; destrucción de glaciares; el tranque
Quillayes que sigue siendo un foco de contaminación, emanaciones de
polvo tóxico, y de temor al riesgo de colapso en Cuncumén y Caimanes.
Pero Luksic creó una red de influencias que garantizan impunidad a
través del soborno, cooptación, y corrupción.
En
2008, la Universidad de Waterloo denunció que Pelambres removió
glaciares que contenían reservas de agua de entre 1,89 y 2,84 millones
de metros cúbicos. La minera tenía un contrato con AES Gener para
proveer energía a su proyecto Alto Maipo. Aunque ya no sea propietario,
Luksic sigue afanado en su “futura expansión”. Alto Maipo, en conflicto
con la comunidad desde 2008, afectará las aguas de Santiago pues desvía
tres ríos y amenaza destruir glaciares y el Monumento Natural El Morado.
En
2015, el gobierno chino multó a Sudamericana de Vapores por colusión.
Mientras tanto en nuestro país, se destapó que el municipio de Salamanca
estaba envuelto en un escándalo de corrupción por dineros que Pelambres
“donaba”.
Una
investigación de CIPER arrojó que entre 2010-2016, Pelambres donó a
dicha municipalidad 7.200 millones, consiguiendo no solo beneficios
tributarios sino también permisos. En 2008, la rotura de un ducto
provocó el derrame de 12.000 litros de petróleo contaminando Salamanca.
En agosto de ese mismo año, aguas residuales de la faena escurrieron al
río Cuncumén y al estero Las Camisas. En 2009, 13.000 litros de
concentrado de cobre derramados al río Choapa. Luksic fue multado con
82,5 millones, el 0,02% de sus utilidades ese año.
Su
“prontuario” incluye remoción de glaciares, apropiación de agua,
sequía, y el despojo y construcción del tranque en Mauro. Nuevos
derrames ocurrieron en 2012-2015, calificados como “graves” por la
Superintendencia de Medio Ambiente.
Un
dato: quien diseñó el proyecto Somos Choapa de la minera -para
gestionar las donaciones a las comunas de la provincia- es la empresa
del sociólogo y lobbysta Eugenio Tironi. Pelambres trabaja con un 70% de
mano de obra subcontratada, trabajo precario.
En
2017, se supo que Pelambres arrojó 55 millones de toneladas de desechos
en la provincia de San Juan, Argentina. Durante años cruzaron la
frontera sin ser fiscalizados, y sin licencia para operar en dicho país.
En
Mejillones, Minera Michilla -del grupo Luksic-, vertió 2.400 litros de
ácido sulfúrico en el puerto Michilla, en septiembre de 2017. En febrero
de 2018, de forma unánime la Comisión de Evaluación Ambiental de
Coquimbo votó favorablemente el estudio de impacto ambiental del
Proyecto Infraestructura Complementaria de Minera Los Pelambres,
aprobando la construcción de una desalinizadora.
Según
Patricio Bustamante, “no priman las decisiones técnicas, sino el
negocio, y quieren ampliar la mina, construir nuevos tranques, y ampliar
el tranque El Mauro hasta llegar a los 400 metros”.
El negocio del agua
La
causa de la actual “escasez hídrica” es el extractivismo: gran minería,
agro-industria y monocultivo forestal, todas empresas que “lucran” con
el agua gracias a los gobiernos que han mantenido y perfeccionado el
modelo instaurado a sangre y fuego por la dictadura de Augusto Pinochet.
Pelambres
ha contaminado los ríos Choapa y Cuncumén, poniendo en grave riesgo el
recurso hídrico, según destacó en 2018 el mapa de conflictos
socioambientales del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
En
la región de Coquimbo existe una profunda crisis de agua. Los últimos
años de sequía han provocado pérdidas de cosechas y animales, sin
embargo, Pelambres nunca detuvo sus operaciones. Su ampliación
significará procesar más roca y usar más agua. Andrónico Luksic posee
agua dulce de alta calidad disponible gratuitamente, lo que le permite
millonarias ganancias. Los problemas de agua y contaminación son una
grave violación de los derechos humanos.
Mientras
más del 70% del país es azotado por la sequía, el Código de Aguas,
vigente desde la dictadura, prioriza el consumo para la producción
económica por sobre las necesidades de la población. Chile es el único
país del mundo donde el agua es privada, y derechos de aprovechamiento
gratuito y a perpetuidad han sido concedidos por el Estado. Según la
Dirección General de Aguas, subsisten 41 comunas sin acceso a agua
potable y existe un 40% de “escasez hídrica”, perjudicando a 11,6
millones de personas, el 65% de la población.
Según
el mapa de riesgo presentado en la última Convención de la ONU para la
Lucha Contra la Desertificación y la Sequía, un 76% de Chile está
afectado. Pero Pelambres extrae cientos de miles de toneladas de cobre
cada año ocupando una cifra inconmensurable de litros de agua por
segundo.
En
la sequía que afecta al país hay factores ambientales y políticos. La
escasez se agrava por el sobre otorgamiento de derechos, con caudales
impresionantes, a grandes empresas, mientras pequeños y medianos
campesinos no tienen agua, y por lo tanto, ni alimento ni sustento para
sus animales. Desde mediados de los ‘90 se han decretado varios ríos
“agotados” y hoy se asignan derechos sobre fuentes subterráneas. El
discurso de sequía y escasez es desplegado por los gobiernos ocultando
la verdad: No es sequía sino saqueo.
En
Chile, el acceso al agua no es considerado un derecho humano. El Código
de Aguas, formulado en dictadura -en 1981-, considera las aguas como un
bien social, pero también económico. Separa la propiedad del agua del
dominio de la tierra. Y es el Estado quien concede los derechos de
aprovechamiento a privados de forma “gratuita y a perpetuidad”, dando
origen a un mercado de las aguas. Es un negocio. El 90% de los derechos
de aprovechamiento de aguas consuntivas está en manos de mineras y
agroexportadoras, mientras casi el 100% de los derechos no consuntivos
se encuentran en manos de transnacionales eléctricas.
Desde
el decreto de emergencia agrícola por la sequía en la Región de
Coquimbo, se han trasladado animales de las comunas de Illapel y
Salamanca hasta la Región de Ñuble, en el sur del país. Tras esto está
Pelambres. Y la noticia apareció in extenso en Canal 13… también de
propiedad de Luksic. La sequía también ha significado un “negocio” para
municipios y empresas de camiones aljibes y de agua embotellada.
El
agua será uno de los temas principales que se discutirá en el COP25 que
tendrá su sede en España, pues Sebastián Piñera debió declinar la
realización de la cumbre tras la insurrección popular que aún continúa
por todo Chile.
(*) En el valle del Pupío, Región de Coquimbo.
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