Lira Popular Virtual.

 

 DONDE SE DENUNCIA LA PROLIFERACIÓN DE CANDIDATOS
A CUALQUIER MAGISTRATURA, SIN QUE HAYA DEDOS
PA’L PIANO, PERO SÍ AMPLIOS BOLSILLOS SIEMPRE ÁVIDOS
Y BIEN DISPUESTOS.

Exordio:

Más valioso que el “Apruebo”
fue el tipo de convención
que eligió la población
para hacer un texto nuevo.
A tanto llegó el cabreo
con esta sucia subasta,
que el chileno dijo ¡basta!
desde Arica a Magallanes
y ahora no hay quien nos gane
armados de un lápiz-pasta.

Tesis:

No sé si es por Primavera,
o por falta de recato,
pero brotan candidatos
sin que nadie los requiera.
Si usted no los conociera
sería bien novedoso,
mas son los mismos tramposos,
–los invitados de piedra–,
que vuelven, cual mala hiedra,
con discursos engañosos.

Hay uno que bien bailaba
en orgías milicares;
con himnos dictatoriales,
se dormía y despertaba.
Otro hay, que menoscaba
esta feble democracia,
sosteniendo la falacia
de su aire “republicano”;
pero escuche, don Mengano:
su nazismo no hace gracia.

Como hongos en el moho
se ramifican los maulas
haciendo crecer la jaula
donde nos meten a todos.
Se saludan con los codos
por no mostrar sus puñales;
sacrifican sus caudales
en comprar esbirros frescos
y engordan como tudescos
nadando en sus albañales.

Una falsa oposición
también trae candidatos,
dependiendo del contrato
con que lo tiente el patrón.
Dispuestos a buen postor
son capaces de vender
a la señora que ayer
los trajo a la luz del día.
Disculpe Su señoría,
si ya no los puedo ver.

De nada sirve hoy en día
confiar en politicastros
y pudrirse en el camastro
de aquella cortesanía.
El que vota ya no fía
en los añejos discursos
que tienen como recurso
quienes venden el país.
¡Ya, güiña1, sale de aquí,
y aguántate, que te zurzo!

En cambio, el independiente,
que trabaja de verdad,
que sirve a la sociedad
beneficiando a la gente,
sería más eficiente
aportando soluciones
y hacer que las convenciones
vuelvan el tren a sus rieles,
confinando en sus cuarteles
a viejos politicones.

¡Al cabildo, ciudadanos!,
será el grito que nos una;
la ocasión es oportuna
para vivir soberanos.
De nosotros dependamos,
sin esperar milagreros
que se saquen del sombrero
lo que nunca nos darán.
En nuestras manos están
los poderes venideros.


1) He usado el dicho popular, con perdón de las inocentes güiñas.


JORGE LILLO / 30 DE OCTUBRE DE 2020