Lira Popular Virtual de Jorge Lillo Valenzuela.

DONDE SE COMENTAN LAS NUEVAS PROHIBICIONES

RECIÉN ESTRENADAS CON ANTICUADOS CRITERIOS,

QUE NOS TRAEN RECUERDOS DE UN PASADO QUE NO PASA,

POR TODO LO QUE PASA.

Prohíben las barricadas

aunque sean sin barricas

y, a la gente que no es rica,

manifestarse indignada.

Se prohíbe a la gallada

hacer uso de las calles,

y restringen, al detalle,

andar gritando improperios

que aludan a un ministerio

o a algún servicio que falle.

Se prohíben las capuchas,

por tanto, a los Capuchinos;

también los gorros andinos

y levantarse en babuchas.

Se reprueba el mote Lucha

por implicar rebeldía,

pero no el de ña Lucía

que les recuerda otros tiempos.

Prohíben entrar al templo

a exigir la eucaristía.

Prohíben con gran fervor

andar portando pañuelos

y a los viejos, los sombreros

con que andan capeando el sol.

Prohibirán el amor

porque eso reúne gente;

prohíben en forma urgente

a los cabros con mochilas

que enardecen al gorila

con su alegría insolente.

Prohíben el saludarse

y el estrecharse las manos;

prohíben al ciudadano

el derecho de juntarse.

Sí permiten endeudarse

pa’ llegar a fin de mes

y después dejar los pies

para pagar la tarjeta,

pero prohíben la meta

de pasar buena vejez.

Prohíben buenos salarios,

para hombres y mujeres

pero no los padeceres

que ambos sufren a diario.

Nos engaña el noticiario

diciendo que cierto acuerdo

permite pelar el cerdo

de manera más pareja;

mas si entregamos la oreja,

“si te he visto no recuerdo”

Prohíben urgentemente

las verdades en la tele,

y en cambio, dele-que-dele

la pantallita nos miente

mostrando exclusivamente

los daños y los despojos.

Siguen culpando a “los rojos”

por la protesta social,

mientras mano policial

nos prohíbe usar dos ojos