Lira Popular Virtual.

 Escribe Jorge Lillo


EN LA QUE SE EXPLICA POR QUÉ HAY UN DISCURSO HIPÓCRITA

SOBRE EL USO DE LA VIOLENCIA Y QUIÉNES SON LA CAUSA

Y EFECTO DE LA MISMA.

Usted quiere que condene

gravemente la violencia,

con majadera insistencia

…y es usted quien la mantiene.

Su cuento no se sostiene

porque la Historia delata

su ya añeja perorata,

que esconde la represión

que sufre la población

por quien la hiere y la mata.

En hipócrita recurso

usted habla de violencia

cuando el pueblo y su paciencia

ya no creen su discurso.

La violencia y su decurso

son el método asfixiante

que el inepto gobernante

impone al pueblo sufriente,

cuando alza su voz, consciente

de la ignominia reinante.

Usted dijo: “estoy en guerra”,

desoyendo la razón

que esgrime la población

y que a usted tanto le aterra.

Con violencia usted se aferra

a sus métodos caducos:

asume que viene el cuco

cuando el pueblo alza la voz,

y con violencia feroz

responde con el trabuco.

Usted rasga vestiduras

contra el acto violentista,

y es usted el tramoyista

de las fuerzas más oscuras.

Al igual que en Dictadura

lleva odio el sonsonete

que repite su motete

de “violencia y destrucción”,

ocultando la exacción

con que al pueblo lo somete.

Es verdad que usté ha logrado

que el político adversario

actúe como corsario,

defendiéndose a su lado,

porque nunca han aceptado

que defienden el sistema,

sus prebendas, sus esquemas,

y respaldan la violencia

con impúdica indecencia

cuando la verdad les quema.

El pueblo quiere respuestas,

–mejor dicho: soluciones–

no quiere más violaciones

ni limosnitas que apestan.

Su represión es funesta

y causa efecto al revés;

pero eso es culpa de usted,

pues no entiende lo que pasa:

su violencia se rechaza

desde aquel setenta y tres.