La opción rechazo, votará 2 veces
Por Roberto Albarracin - Centro Cultural Pensamiento Critico - Viña del Mar - Marzo 2020
En
Chile muchas cosas son injustas, pero son legales. Quienes voten
rechazo, votarán tanto por el rechazo como por el apruebo, es decir,
votaran doble.
Veamos.
Los
ciudadanos recibirán dos papeletas de votación, en una se verán las
alternativas, rechazo o apruebo, y se deberá optar solo por una de las
opciones.
En
la otra papeleta se deberá optar por una convención elegida en un 50%
por los ciudadanos y 50% por los parlamentarios en ejercicio o una
convención elegida 100% por los ciudadanos. Esta papeleta debería ser
solo para quienes votaron apruebo, sin embargo la recibirán todos los
votantes, incluidos los que votaron rechazo. Estos últimos al preferir
una de las dos alternativas de convención, estaran votando tanto por
apruebo, como por rechazo, esto es , votarán 2 veces.
¿Qué se puede, o mejor dicho, se debería hacer?
Un
solo voto, que en la parte superior se lea Apruebo o Rechazo y en la
parte inferior, solo para los que optaron por Apruebo se elija entre 50%
de redactores elegidos por el parlamento y 50% elegidos por la
ciudadania o 100% de los redactores de la carta magna elegidos por el
pueblo. Si un ciudadano que votó rechazo, marca una de las dos opciones
de la parte inferior del voto, es un sufragio nulo.
Es
una propuesta lógica y justa, pero estamos en Chile y se privilegiará
el proceso asi como esta concebido sin hacerle variaciones. Es injusto, a
todas luces, pero es legal. Nos hace recordar que estamos en Chile.
En
esta nación que compartimos, vemos como un joven muere calcinado en un
incendio de la cárcel publica unos años atrás, y supimos que lo
encarcelaron los jueces de nuestro sistema judicial por vender películas
piratas en la calle para poder costear sus estudios ya que era un
estudiante de 18 años de edad. En esa misma época unos políticos que
reciben dineros por un llamado financiamento ilegal de la política que
suma millones de pesos robados al fisco, o sea a todos los
contribuyentes, reciben cero condena, ni siquiera lo que conocimos años
después, que les dieron como castigo clases de ética. No los dejaron ni
siquiera sin postre durante un cierto tiempo. Nada. ¿Algo mas? Creo que
nos acordamos como un hijo de un político servidor de las elites,
atropelló y mató en estado de ebriedad a un campesino pobre. ¿Fue
encarcelado? Se le sometió a proceso? Nada. Igual podemos repetir hasta
el cansancio situaciones que conocemos a diario.
¿Nos
debe extrañar entonces, que un proceso eleccionario que se afirma, es
histórico, sea así de injusto como es el plebiscito que tendremos en
abril? Claro, es injusto, pero es legal.
En
el resto del mundo hay, sin duda, cuestiones equivalentes. Deben haber
mínimos asuntos injustos que son legales, no se puede dudar de eso,
finalmente, somos humanos. Pero… son los menos, la abrumadora mayoría de
situaciones claramente injustas, son ilegales. Así es en el resto del
mundo. Recordemos que por la quiebra de Enron en EEUU fueron condenados a
más 200 años de prisión los magnates Kay y Skilling y eran dueños de
miles de millones de dólares. En la actualidad el finacista de
productoras de cine hollywoodense Harvey Weinstein enfrenta hasta
posible cadena perpetua por abusos sobre actrices que lo denuncian. No
importa que sean millonarios, si violan la ley de modo tan flagrante
como lo que conocemos, pagan su culpa de ese modo. No así en este país.
Karadima nunca pisa la cárcel, los protectores de colonia Dignidad
llegan hasta a ser ministros de Estado, los del caso Penta tuvieron
clases de ética, de los desfalcos en Codelco se sabe nada, ningún
general corrupto del ejercito o de carabineros pisara la cárcel y eso es
parte de nuestra convicción popular.
¿Por lo tanto, nos extraña que el plebiscito de abril sea asi de irregular?
El
problema es cuando el próximo mes lleguen los periodistas de todo el
mundo y sepan qué tipo de consulta popular se está llevando a cabo. Lo
menos que dirán, por deferencia a nuestro país tan querido por todo el
mundo: es un poco “difícil de comprender”. Pero no podrán evitar contar
lo atrofiado que es el proceso eleccionario plebiscitario.
Finalmente
un ejercicio surrealista. Hay unos niños y se les pregunta. “Niño
quieres helado?” El niño responde “No” (rechazo ). Otro niño, “Niño
quieres helado?” “Sí” (apruebo ). Continua la consulta solo para los
niños que quieren helado. “¿Quieres helado de frutilla o quieres helado
de chocolate?” “Quiero helado de frutilla o quiero helado de chocolate”.
Y toman cada uno su helado correspondiente… el niño que rechazó, está
tomando helado hace rato.
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