viernes, 6 de noviembre de 2020

El Museo de La Memoria en contra de la memoria.

 

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Yasser
 

Manipular la Historia forma parte de las herramientas de dominación. La distorsión de la verdad histórica aparece hasta en los sitios encargados de preservarla. Rousseau afirmó: Tucídides es a mi modo de ver el verdadero modelo de los historiadores. Cuenta los hechos sin juzgarlos, pero no omite ninguna de las circunstancias que nos permiten juzgar a nosotros mismos. (...) uno ya no parece leer, uno parece ver... (J.J. Rousseau. L'Émile, Livre, IV. (1762). Hugo Farías Moya expone lo que a su juicio es un intento de engaño muy cerca de nosotros...


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El Museo de La Memoria en contra de la memoria


Escribe Hugo Farías Moya - 05 de noviembre de 2020


El museo de la memoria de Chile se emplaza en la comuna de Santiago, a la salida del Metro Quinta Normal. Fue creado y fundado por la ex presidenta “socialista” Michelle Bachelet el año 2010. Y es por lejos una de las grandes aspiraciones de las organizaciones de derechos humanos que lucharon contra la dictadura militar de Pinochet, por esos largos 17 años. Allí se albergan cientos de testimonios, registros fotográficos y audiovisuales, libros, videos y recortes de prensa, de las atrocidades cometidas durante la dictadura. Es como un museo del holocausto, pero en versión chilena.

Cuando se recorre, con respeto y mucha atención este museo, no se puede evitar el sobrecogimiento y es imposible evitar las lágrimas de tanto dolor y sufrimiento infringido a las capas más desposeídas de la población chilena. A la entrada del museo, se encuentra un mapa de Chile donde se identifica el centenar de recintos de prisión, tortura, asesinato y exterminio que existieron en esa tenebrosa etapa de nuestra reciente historia. Casi todos ellos recintos militares y de carabineros de Chile.

Lo más grave que uno aprende de este museo, es que aquellos que tienen las herramientas para velar por la seguridad de los chilenos, son precisamente los que sembraron el terror y se volcaron contra los propios chilenos. Ese enemigo imaginario que el dictador Pinochet les inculcó por 17 años. Un enemigo que estaba desarmado y la única arma de lucha que tenía para luchar contra el abuso, la prepotencia y el terror era el pensamiento y la conciencia limpia, que los militares no podían erradicar definitivamente.

Uno de los episodios más desgarradores es, cuando las madres, esposas, hermanos y amigos de los detenidos desaparecidos los buscaban con desesperación. Los familiares lo único que mostraban eran una foto con el rostro de sus seres queridos y un clavel en el pecho. Hay innumerables filmaciones de como los detenían y golpeaban a vista y paciencia del público y de la prensa internacional, porque la prensa nacional, adicta y defensora de la dictadura, no mostraba estas imágenes.

Existen charlas permanentes e itinerantes, visitas guiadas para colegios, educación y formación para profesionales y público en general. En fin, toda una gama de actividades para que este museo cumpla con su rol de educar y proyectar a las generaciones futuras la cultura de los derechos humanos. Muy carente por cierto de estos valores en las fuerzas armadas y Carabineros de Chile.

Pues bien, toda esto es una buena intención. Pero como todo en la vida nada es perfecto, el Museo de la Memoria no escapa a la censura y busca detener la memoria. No es cualquier memoria. Es la memoria del mundo, de la humanidad.


Debo aclarar, antes que todo, que hice de Palestina mi segunda patria, cuando mi padre obrero me incentivó por la lectura y me decía que un pueblo educado es difícil de engañar. Entonces, como lo dije antes, a los 12 años adopté a mis hermanos palestinos como mis segundos hermanos y me he unido a su lucha y su sacrificio. Me he devorado cuanto libro me han regalado o me han prestado sobre la tragedia de Palestina y me he dado cuenta de todo lo contrario a lo que nos enseñaban en el colegio.

El estado sionista y criminal de Israel se ha justificado que son el pueblo “elegido de Dios y que cuentan con derechos bíblicos sobre Palestina. Este embuste lo hacen para justificar el desplazamiento, torturar y exterminar a la nación Palestina, cuyo único pecado es que la ONU les haya permitido partir su patria en dos. Israel, además de ocupar el holocausto judío para inspirar solidaridad internacional sobre su tragedia, se han valido de una industria de la solidaridad y reciben millones de dólares de Alemania, en indemnizaciones para los descendientes de las víctimas. Dinero que por cierto no llega a sus verdaderos dueños y se pierden en las manos de sus corruptos gobernantes.

Hace poco unos amigos palestinos decidieron inscribirse en un curso de derechos humanos en “Medio Oriente y el Cáucaso”, en el Museo de la Memoria. Donde los profesores o los exponentes se lanzaron con una serie de mentiras, tergiversaciones, que quedaron descubiertas por algunos alumnos en la primera clase. Uno de los presentes realizó preguntas en la primera charla donde contradecía la opinión del expositor.

Todo lo anterior puede sonar insignificante para una clase cualquiera en cualquier curso, pero no en el Museo de la Memoria, donde se supone que se debe preservar la verdad a ultranza. No conformes con censurarlos en la primera clase, en la segunda charla simplemente no lo invitaron, pues no se le envió el link para conectarse.

Todo esto es muy repudiable a ojos de cualquier ciudadano libre e informado, pero es de suma gravedad que una institución que recibe fondos del estado, que los miembros de su directorio sean personas con una acabada formación profesional y hondo espíritu de nobleza. Que su funcionamiento dependa de todos los contribuyentes, entre los que me incluyo, recurra a prácticas matonezcas, tal como la vimos en el periodo oscuro de nuestra historia reciente. Creo que este museo no debe prestarse para que esa entidad terrorista internacional, llamada sionismo, infiltre y se adueñe de un espacio de tan valor ético y moral como lo es el Museo de La Memoria.

De todos nosotros depende de que ello no ocurra.

 

©2020 Politika | diarioelect.politika@gmail.com

 

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