LA CAJA DE PANDORA
Donde se comenta el histérico fallo que estremece al país
(SQM = ¿Sabes Quién Manda?)
Aquí, en estas tierras raras,
raras cosillas ocurren;
algunas se nos escurren
y otras nos desamparan.
Las más, nos cuestan tan caras
que perduran sin contrapeso,
absorbiéndonos el seso
a lo largo de los años
y nunca se olvida el daño
ni el origen del suceso.
…Y se acabó el alboroto:
Pandora cerró su caja
y libres de polvo y paja
posan riendo pa la foto.
“Ta de Dios” –exclama un roto–
“¡chutas, con la mala pata!”
El “juicio” fue una bravata,
un guiño pa la galera.
Se acabó la escandalera
con los de cuello y corbata.
Se está riendo don Lucho,
sonríen en SQM,
y se dan los parabienes
sin importarles un pucho.
Mientras pienso, en mi cuartucho:
“en este Chile fulero
lo que manda es Don Dinero”,
afuera, sigue la fiesta
de los negocios oscuros
y es la plata –dato duro–
poderoso caballero.
Nada se pudo probar,
pues no fueron suficientes
los miles de antecedentes
que fue posible adjuntar.
¿Qué sacai con reclamar
a la puerta’e la justicia
cuando ganó la malicia
de los grandes caballeros?
Mejor sácate el sombrero
ante la diosa Codicia.
No te engañís, Juan Verdejo,
que esto no es ná para ti,
pues los dueños del país
juegan rayuela sin tejo.
Así es como llegan lejos,
tapándose mutuamente,
cuando el resto de la gente
pelea por sus garbanzos:
desfilan a paso’e ganso,
frente a jueces obsecuentes.
Y aquí se acaba este cuento
en amarga despedida;
no alcanzarán nuestras vidas
pa enderezar este entuerto.
Hicieron su perro muerto
delante’e los tribunales,
y cuentan sus gananciales
a nuestra vista y paciencia.
Yo creo que esta sentencia
superó a las más brutales.
JORGE LILLO / SANTIAGO, 23 OCTUBRE DE 2025


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