lunes, 1 de diciembre de 2025

El cambio de casa.

 


El cambio de casa. (del libro en proceso “Ojo cojo y décimas por muleta”)

El cambio de casa es un tema bastante complejo (más cuando le toca a uno), pues presenta muchos caminos de entrada y uno solo de salida.  Van ellos de acuerdo a las circunstancias, la edad, el período de permanencia en el lugar y las experiencias, buenas o malas acumuladas durante ese período, entre otras.

Pero, creo, la más importante es aquella característica tan personal que nos lleva naturalmente, ya sea a permanecer, o a cambiar de lugar, lo cual está directamente relacionado con la capacidad o no de arraigar. Hay personas de raíces superficiales. Son aquellas que cambian frecuentemente de hábitat, de trabajo y también de pareja. Argumentan que cumplen ciclos; más bien los agotan, y el cambio es necesario para iniciar el siguiente.
Otros (entre los cuales me cuento), son de raíces profundas y optan por una evolución natural, no forzada.

Tomando en cuenta que, en cualquier caso y en su medida, requiere de un esfuerzo intenso y poco frecuente, se supone que, para los mayores, la dificultad se redobla. Sobre todo, después de una larga permanencia.